A horas de que Jorge Bergoglio asumiera el mando de la Iglesia Católica como el nuevo Papa, el mundo entero comienza a conocer detalles de su historia. Uno de estos aspectos es que el jesuita de 76 años ha llevado una vida austera, discreta y de bajo perfil.

Tan sobrios fueron los días del ex Arzobispo de Buenos Aires que, lejano a toda comodidad que en su cargo pudiera haber tenido, prefería pasear por las calles trasandinas y trasladarse a través del metro local.

De hecho, sus cercanos aseguran que desde siempre optó por un estilo de vida moderado, que dio inicio a una reputación de humildad.

“Nunca usó un auto oficial ni en Argentina ni en Roma”, afirmó al Huffington Post Santiago Pont Lezica, otrora asesor de prensa y cercano al ahora Papa.

Lo anterior fue respaldado por el periodista del mismo medio, Alejandro Bianchi, quien expresó que “Yo mismo, hace unos años, lo vi entrar a un vagón de la línea D del metro de Buenos Aires y al reconocerlo le cedí mi asiento. Recibí como respuesta un tímido ‘muchas gracias’”.

Esta costumbre del recién electo pontífice fue destacada a través de una imagen que se volvió muy famosa en redes sociales, siendo replicada innumerables veces por los cibernautas. En ésta, se ve a Bergoglio sentado como un ciudadano más en del metro argentino.

La foto del Papa en metro

La foto del Papa en metro

Una segunda fotografía, en la que se observa a Bergloglio besando los pies de un menor presuntamente enfermo, también se popularizó con rapidez en Internet. Según Yahoo!, ésta es una “de las imágenes más virales de la red” de las relacionadas con el nuevo Papa.

Tomada del Twitter de @JuanNarbona

Tomada del Twitter de @JuanNarbona

Otra de las imágenes difundidas en la web muestra a Francisco lavándole los pies a sus feligreses, dando cuenta de su cercanía con los creyentes.

Twitter de @aciprensa

Twitter de @aciprensa

Cabe señalar que este miércoles, tras 25 horas de cónclave, las autoridades eclesiásticas anunciaron a Bergoglio como el máximo representante de la Iglesia Católica. Un argentino que no figuraba entre los posibles papables, y que pese a su doctrina jesuita logró imponerse en las preferencias de los cardenales que lo eligieron como su líder.