La deuda neta de los bancos españoles con el Banco Central Europeo (BCE) disminuyó en febrero, por sexto mes consecutivo, hasta los 271.840 millones de euros, según datos publicados este jueves por el Banco de España.

Esta cifra, que indica la capacidad de los bancos españoles para financiarse en el mercado en lugar de recurrir al BCE, comenzó a disminuir en el mes de septiembre, tras haber alcanzado su nivel récord de 388.700 millones de euros en agosto.

Varios grupos bancarios españoles anunciaron recientemente que han empezado a reembolsar los fondos que habían recibido del BCE en el marco de los programas de liquidez y que tienen la intención de continuar con estas devoluciones en 2013.

El BCE había llevado a cabo dos inyecciones de liquidez, en diciembre de 2011 y febrero de 2012, proporcionando a los bancos de la zona euro préstamos a tres años a un interés ventajoso, para compensar sus dificultades para financiarse en los mercados, en un clima de desconfianza generalizada de los inversores.

La primera operación de liquidez había atraído a más de 500 bancos por un monto de 489.000 millones de euros, mientras que a la segunda acudieron 800 entidades bancarias por 530.000 millones de euros.

En febrero, la deuda de los bancos españoles con el BCE se redujo un 8,9% respecto al mes de enero, y cayó a su nivel más bajo desde abril de 2012.

No obstante, sigue siendo elevada respecto a la media histórica: hace un año, esta deuda era sólo de 152.400 millones de euros y en abril de 2011, alcanzaba sólo 42.200 millones.

Algunos de los bancos españoles muy expuestos al sector inmobiliario, muy fragilizado tras el estallido de la burbuja de la construcción en 2008, fueron, además, objeto de un rescate por parte de la zona euro.

Este plan se tradujo por la inyección de 41.300 millones de euros en los grupos en dificultades y en la Sareb, el conocido como “banco malo”, destinado a liquidar los activos inmobiliarios tóxicos del sector.