El arzobispo de Puerto Montt, Cristian Caro, señaló que el hecho de que el nuevo Papa sea argentino contribuye a la fraternidad de los países sudamericanos, en particular de Chile con sus países vecinos.

La autoridad religiosa señaló en primer término que “sin el apoyo del rebaño, el pastor no puede hacer mucho”, en referencia al aporte que cada uno de los católicos debe ahora realizar para que el Papa Francisco pueda cumplir con su programa y con las expectativas que pesan sobre él, a la cabeza del Vaticano.

Importante será, dijo, la renovación de la Iglesia Católica en América, por ser éste un continente que se fundó en base a la fe cristiana y que requiere de una renovación espiritual que, según reconoció, se ha ido perdiendo con el paso de los años.

De manera similar, Cristian Caro considera que el gran aporte que el sumo pontífice podrá hacer para los países sudamericanos a partir de su nacionalidad argentina será el fomento de la fraternidad y la integración entre éstos, sobre todo la de Chile con sus países vecinos.

A nivel mundial, señaló que el desafío estará dado por una nueva evangelización, vale decir, hacer presente los valores del evangelio en la cultura actual que con el paso del tiempo ha sufrido un natural desgaste.