Las víctimas de abusos sexuales cometidos por el clero instaron al nuevo papa, Francisco, a reformar la Iglesia católica y declarar la “tolerancia cero” a estos crímenes en su primer acto oficial.

“San Francisco fue el mayor reformador en la historia de la Iglesia, el papa Francisco debe hacer lo mismo”, pidió en un comunicado la Red de Sobrevivientes de los Abusados por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés), con sede en Estados Unidos.

Jorge Bergoglio, primer papa oriundo del continente americano y primer pontífice jesuita, ex arzobispo de Buenos Aires, es también el primero que escogió el nombre de Francisco, en homenaje a San Francisco de Asís.

Insistiendo en que la orden jesuita de la que proviene tiene un historial problemático sobre pedofilia, la SNAP dijo que Francisco “tiene una gran oportunidad y el deber de ayudar a prevenir ataques atroces contra los niños por este segmento crucial y relativamente secreto del clero católico”.

“Se ha expuesto muy poco sobre esta crisis en Sudamérica y Centroamérica. Nos preocupamos por la seguridad de los niños en la Iglesia allí”, agregó el grupo.

La SNAP se define como “grupo independiente y confidencial de autoayuda” que tiene como misión “evitar el abuso mediante la exposición de los depredadores, operando con grupos de apoyo y utilizado los tribunales para hacer responsables a las instituciones de la Iglesia”, según información disponible en su página web.