Alejandro Goic recibió este 10 de marzo el premio “Mauricio Litman” al Mejor Actor por su rol protagónico en la película “Carne de perro”, en la décimo sexta edición del Festival de Cine de Punta del Este, en Uruguay.

La película, ópera prima de Fernando Guzzoni, ha sido galardonada en festivales como San Sebastián, La Habana y el Festival Internacional de Cine de Gotemburgo.

Goic interpreta a un ex agente de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional), que busca rehacer su vida tratando de olvidar su tormentoso pasado como torturador.

La última edición del Festival de Cine de Punta del Este, que finalizó este domingo, tuvo como invitado de honor a Argentina y contó 40 películas procedentes de distintos países.

Alejandro Goic conversó con Biobiochile y lamentó no haber estado presente en Punta del Este para recibir su premio.

- ¿Cómo se enteró del premio?
- Me llamó Javier Estévez (el editor de la película) desde Punta del Este, que asistió en representación de la película, porque Fernando Guzzoni y yo no pudimos viajar por razones laborales. Entonces, me contó que gané este premio.

- ¿Cuál fue su reacción?
- Es una gran alegría. Es un premio al trabajo, siempre es bueno recibir esos reconocimientos, pero sobre todo por la película (que se estrenará en abril).

Considero que es una pequeña obra de arte del director Fernando Guzzoni , que es un director muy joven, un artista de gran integridad; en un momento donde hay una especie de tentación de hacer películas para obtener un rédito económico, que sean complacientes desde la perspectiva de las grandes masas de los consumidores de cine. Y Punta del Este es un festival bastante exigente desde el punto de vista cinematográfico, entonces mi reconocimiento es a la película y a Fernando, por lo tanto, al buen cine chileno.

- ¿Fue muy complejo realizar este rol?
- Fernando me invitó hace como cuatro años cuando tenía el primer borrador, uno de los motivos es precisamente por mi historia personal y yo acepté abrir eso que tenía emocionalmente cerrado bajo siete llaves e intocable en el tiempo, tuve que hacer la representación de quien fue mi torturador, sin juicio moral, sin proselitismo, ni de condena, sino mostrar su vida hoy día. Bueno, muchas de estas personas no fueron juzgadas y conviven con nosotros. El aparato de la DINA fue grande, extendido desde Arica a Punta Arenas y con muchos funcionarios.

En la actualidad, un torturador puede ser un taxista, que es mi rol en la película, puede ser un conserje, un médico, hubo muchos médicos que participaron.

- ¿Sufrió usted apremios durante la dictadura?
- ¡Yo estuve preso! Dos veces procesado por la fiscalía militar, tuve un proceso en la justicia ordinaria. Los cargos fueron por participar en organizaciones ilícitas y estuve relegado en la ciudad de Freirina. Si me leen en Freirina, que no volví nunca más, no sé por qué motivo del alma, pero los llevo en mi corazón. Extrañamente todo ese pueblo me recibió, una especie de la parábola del hijo pródigo. Estuve viviendo en ese pequeño pueblito maravilloso a quienes les mando mi amor y cariño.