El líder opositor Uhuru Kenyata, inculpado de crímenes de lesa humanidad por la Corte Penal Internacional (CPI), fue elegido presidente de Kenia en la primera vuelta con 50,03% de los votos, según los resultados provisionales de la Comisión Electoral que la coalición del primer ministro Raila Odinga no reconoce.
La Comisión Electoral había dicho el viernes que comunicaría los resultados definitivos el sábado por la mañana, a las 08h00 GMT, pero dos horas después de la indicada seguían sin conocerse.
Según los resultados provisionales, Kenyata, acusado de haber tenido un papel en la organización de actos violentos tras los precedentes comicios a finales de 2007, sumó 6.173.433 votos sobre un total de 12.338.667, algo más de la mayoría absoluta requerida.
Su principal adversario, el primer ministro saliente Raila Odinga, que recabó un 43,28%, con 5.340.546 votos, hizo saber que no iba a reconocer el resultado.
Odinga “no reconocerá el resultado de la elección, objetará los resultados ante la Corte Suprema”, dijo su principal consejero, Salim Lone, por teléfono a la AFP.
El primer ministro hablará después de que la Comisión Electoral anuncie los resultados oficiales de la elección celebrada el lunes pasado,
Odinga, que a los 68 años registra su tercera y probablemente última derrota presidencial, considera que “la elección ha sido falseada” pero al mismo tiempo llama a sus “partidarios a mantener la calma”, agregó Lone.
Por su parte, Uhuru Kenyatta y su compañero de fórmula William Ruto, que encabezan el recuento de votos, dijeron en un comunicado que estaban “orgullosos de la confianza” del pueblo de Kenia.
Kenyatta también se expresará públicamente después de que la Comisión Electoral oficialice los resultados.
La precedente derrota de Odinga, en diciembre de 2007, sumió al país en semanas de violencia sin precedentes desde la independencia en 1963, con más de mil muertos y más de 600.000 desplazados.
El presidente saliente Mwai Kibaki, de 81 años, que no se presentaba ahora, ganó por muy poco entonces, tras unos comicios opacos e impugnados.
Kenyata fue un apoyo clave de Kibaki. Ambos pertenecen a la comunidad kikuyu, la más importante del país -y la más influyente económicamente-, con un 17% de los 41 millones de habitantes.
Kenyata está procesado por crímenes contra la humanidad por la CPI por su presunta implicación en las matanzas hace cinco años y sobre todo por movilizar al grupo criminal de los Mungiki para que ayudase a su comunidad, acusaciones que rechaza en bloque.
Kenia ha esperado sin incidentes el resultado de los comicios del lunes, marcados por una participación excepcional de casi un 85%, según las cifras difundidas por la Comisión.
En tercera posición, muy distanciado de los dos primeros, el otro vice primer ministro saliente, Musalia Mudavadi, instó a Kenyata y a Odinga a aceptar los resultados, sean los que sean.
El inicio del proceso de Kenyata en La Haya acaba de ser aplazado del 11 de abril al 9 de julio, debido a “importantes cuestiones” señaladas por la defensa, que invoca nuevos elementos del caso, según la CPI.
“Poco importa el resultado de las elecciones. Hay un proceso judicial independiente de la política que se inició ante la Corte y que seguirá adelante según las reglas del estatuto de Roma”, el tratado fundacional de la CPI, indicó a la AFP Fadi el Abdalá, portavoz del tribunal.