El presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo este sábado en La Paz estar “casi convencido” que “el imperio envenenó” a su aliado político venezolano, el mandatario Hugo Chávez, quien falleció el martes en Caracas víctima de un cáncer.

“Estoy casi convencido que es un envenenamiento al compañero Chávez para acabar con su vida”, afirmó Morales en un acto público en el presidencial Palacio Quemado, sede del gobierno, tras retornar de la capital venezolana, donde participó de los funerales de Estado que se celebraron el viernes.

En opinión del gobernante boliviano, “el imperio envenena a los líderes sindicales o políticos, no para matarles inmediatamente sino a largo plazo”, al no poderles “derrotar (…) como pasó con (el líder palestino Yaser) Arafat”, muerto en 2004 y cuyos restos fueron exhumados a finales de 2012 para determinar si fue intoxicado con polonio.

Morales, uno de los primeros mandatarios en llegar a Caracas el mismo martes, afirmó que el gobierno venezolano realizará “una profunda investigación” sobre las causas del deceso. Horas antes de anunciar la muerte de Chávez, el actual presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro, avanzó que “llegará el momento indicado en la Historia en que se podrá conformar una comisión científica” para determinar dichas causas.

Chávez ya había sugerido en 2011 la posibilidad de que sus enemigos le hubieran provocado el cáncer que padeció, así como a otros líderes latinoamericanos que sufrieron esa enfermedad.

El mandatario boliviano aseguró que la seguridad del fallecido presidente cuidaba con mucho rigor la salud del líder venezolano.

Morales mencionó un encuentro en Bolivia durante el que ofreció a Chávez una taza de café, pero el equipo de seguridad venezolano se opuso. “Y el hermano Chávez dijo: ‘¿Cómo van a pensar que Evo me va a estar envenenando?’”, por lo que el fallecido presidente terminó tomando la bebida.

Chávez falleció a los 58 años víctima de un cáncer detectado a mediados de junio de 2011, del que nunca precisó su naturaleza y por el que fue operado cuatro veces en La Habana.