La bloguera opositora cubana Yoani Sánchez pidió una investigación internacional de la muerte del disidente Oswaldo Payá, en un accidente de tráfico por el que se condenó al joven político conservador español Ángel Carromero, este viernes durante una visita a España.

“Vale la pena que se insista más en la necesidad de hacer una investigación internacional independiente, fuera de los órganos policiales cubanos que ya sabemos que no tienen ninguna independencia ideológica ni política”, declaró Sánchez a la AFP.

La disidente, que realiza un viaje por Europa y América tras conseguir el pasaporte cubano después de numerosos rechazos, celebró también las declaraciones de Carromero al diario Washington Post afirmando que la muerte de Payá, de 60 años, no fue accidental sino provocada por el hostigamiento de otros vehículos.

“La comunidad disidente dentro de Cuba y la opinión pública en general esperábamos largamente el testimonio de Carromero. Esto va completando el rompecabezas de lo que ocurrió el 22 de julio”, dijo Sánchez por teléfono desde el tercer Congreso Iberoamericano sobre Redes Sociales, iRedes, celebrado en Burgos (norte).

La bloguera, que este viernes recibió el premio iRedes 2011 que no había podido recoger en su momento, se mostró “consternada por la pérdida de Payá” y aseguró que tanto la familia del disidente como los activistas cubanos merecen “saber la verdad”.

Payá murió el 22 de julio de 2012 junto al disidente Harold Cepero, de 31 años, en una carretera a 700 km de La Habana cuando su coche, que conducía Carromero, se estrelló contra un árbol.

El político español, de 27 años, fue condenado por homicidio imprudente a cuatro años de prisión que, tras ser repatriado en diciembre, está cumpliendo en España en régimen de semilibertad.

Pese a las peticiones de la disidencia cubana, Carromero no había roto su silencio público sobre lo ocurrido hasta que explicó al Washington Post, en una entrevista publicada el miércoles, que el siniestro fue provocado por otro automóvil que los seguía y los embistió por detrás.

Unos días antes, la hija del disidente, Rosa María Payá, había afirmado, tras reunirse con Carromero en Madrid, que según éste la muerte de su padre no había sido un accidente.