Con tristeza, palabras cariñosas e inclusive algunas lágrimas, Nicolás Maduro encabezó la ceremonia en memoria del recientemente fallecido presidente, Hugo Chávez, en la Academia Militar de Venezuela.

El vicepresidente de la Nación, habló a los líderes presentes -los que representan a 56 países-, agradeciendo su presencia en “esta hora dura y trágica”.

Maduro indicó que, tanto el Gobierno, como el pueblo venezolano despide a su Comandante con todo el pesar que puede caber en su ser.

El Secretario de Estado realizó un llamado al pueblo venezolano a ser fuerte en este momento de dificultad.

“Tengan fuerza, porque él, su alma y su espíritu eran tan fuertes que su cuerpo ya no lo aguantaba y se liberó; ahora su alma y su espíritu andan por este universo, expandiéndose, llenándonos de bendiciones, de amor, recogiendo todas las bendiciones de todas las religiones, de todos los pueblos, de todo el amor que puede haber en este universo para traérnoslo, a nosotros, su pueblo”.

Según señaló Maduro, Chávez les enseñó una de las lecciones más valiosas de la vida: la del amor infinito.

Lo anterior, dijo, ya que Hugo Chávez fue el líder más injuriado y atacado en la historia de Venezuela. Jamás se había mentido de la manera que se mintió sobre él, dijo. Sin embargo, no pudieron derrumbar su amor por el pueblo.

Los asistentes a la ceremonia vitorearon cuando Maduro comentó que cualquiera que conozca a Cristo podría afirmar que Hugo Chávez fue uno de los hombres más cristianos que ha pisado la tierra: “Chávez fue un cristiano autentico, un redentor en Cristo, un protector de los pobres en Cristo”.

“Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, hemos roto el maleficio de la traición a la patria y romperemos el maleficio de la derrota”, dijo, provocando lágrimas en los asistentes.

El vicepresidente, además, agradeció durante la ceremonia la presencia del presidente Sebastián Piñera, destacando la forma en que ha llevado su gobierno de forma digna y dando gracias por todas las palabras de apoyo y cariño que tuvo para con el presidente Chávez.

“Misión cumplida, Presidente; la batalla continúa, Chávez Vive. Hasta la victoria siempre, Comandante”. Con estas palabras y rompiendo en lágrimas, Nicolás Maduro finalizó la ceremonia, dejando paso a los saludos correspondientes con los mandatarios que asistieron a presentar sus respetos.