Uno de los mayores incentivos que tienen para entrar a clases los estudiantes beneficiados con el programa Junaeb, es precisamente hacer uso del dinero que se les recarga mensualmente para alimentación, el cual a partir de este 2013 asciende a 32 mil pesos.

Se trata de una beca con larga data, que ha evolucionado no sólo en sólo en forma (de ‘cheques’ a tarjeta), sino que también en su aplicación, puesto que los jóvenes cuentan hoy con mayores restricciones a la hora de ocuparla, a diferencia de que lo sucedía hace algunos años.

Pese a ello, cada vez son más los locales establecidos para el pago con Baes, los cuales le han quitado la preferencia a los casinos de las casas de estudio a la hora de buscar almuerzo.

Según informa La Tercera, en 2012 los estudiantes gastaron el 50% del beneficio en supermercados. Más atrás figura en la preferencia los restaurantes y en tercer lugar los patios de comida de los centros comerciales.

“En los supermercados establecemos una prohibición, y ellos tienen que resguardar que no se compre con la beca alimentos que puedan ser dañinos para la salud”, señaló Jorge Poblete, director de la Junaeb.

En caso de seleccionar algún producto calificado de insano y llegar a la caja registradora con él, será rechazado automáticamente, por lo que se recomienda evitar un momento vergonzoso.