El Beitar de Jerusalem es un cuadro israelí de Primera División, cuya filosofía se basa en los fundamentos de la derecha ultranacionalista de aquel país.

La escuadra nunca antes había fichado a jugadores musulmanes, un caso inédito, que se produjo con el fichaje de Zaur Sadaev y Dzhabrail Kadaev, procedentes del Terek Grozny checheno, de la Liga rusa.

Un movimiento que causó molestia entre los hinchas, quienes quemaron la sede y protestaron por la contratación de estos elementos.

Sadaev jugó el pasado fin de semana y marcó su primer gol con la casaquilla amarilla, la que fue celebrada ruidosamente, pero hubo un grupo de 300 fanáticos a los que les importó poco la ventaja de su cuadro y se fueron en campo protestando por la entrada en cancha del futbolista, en una muestra de racismo que irritó a las autoridades del fútbol israelí.

Aquí está la secuencia: