Barack Obama designará el lunes a la directora de la fundación caritativa del distribuidor Walmart como directora de presupuesto, un puesto clave en momentos de graves enfrentamientos con los republicanos en el Congreso, anunció este domingo un alto funcionario del gobierno.

“El lunes, el presidente anunciará su intención de nombrar a Sylvia Mathews Burwell como directora de la Oficina de Presupuesto” (OMB), un cargo equivalente al de secretario de Estado, dijo el funcionario, que pidió conservar el anonimato.

Burwell fue directora adjunta de la OMB entre 1998 y 2001, a fines de la administración del presidente demócrata Bill Clinton, a quien también sirvió como secretaria general adjunta de la Casa Blanca.

Posteriormente se sumó a la fundación del magnate informático Bill Gates, y asumió a comienzos de 2012 la presidencia de la fundación Walmart, emanación filantrópica del gigante de la gran distribución de productos en Estados Unidos.

Burwell reemplazaría en la OMB a Jeffrey Zients, director interino de la oficina tras la salida de Jacob Lew, confirmado la semana pasada como secretario del Tesoro.

El director de la OMB tiene rango ministerial y su designación es sometida a un voto de confirmación por el Senado, donde los adversarios republicanos de Obama detentan de una minoría de bloqueo.

Burwell asumiría el cargo en momentos de alta tensión, a pocas semanas de que la Casa Blanca deba presentar, antes del 31 de marzo, su presupuesto 2014, que debe aplicarse a partir del 1° de octubre próximo.

Pero a corto plazo la OMB deberá fundamentalmente administrar la cura de austeridad que entró en aplicación el viernes, tras el fracaso de un acuerdo sobre la lucha contra el déficit fiscal entre el Ejecutivo demócrata y la cámara de Representantes, controlada por los republicanos.

El viernes entraron en vigor recortes por 85.000 millones de dólares, que supondrán una disminución de 6& del presupuesto de defensa y de 5% en los otros rubros, al tiempo que cientos de miles de funcionarios se verán obligados a tomar licencias sin goce de sueldo.

Esta crisis debería sumarse a otra cuyas consecuencias pueden ser aún más pesadas: la del financiamiento del Estado federal para los últimos meses del ejercicio 2013, que debería ser votado por el Congreso antes del 27 de marzo próximo.

Si no se produjera un acuerdo, numerosos servicios públicos serán forzados lisa y llanamente al cierre.