Cinco personas, entre ellas dos policías, murieron en unos enfrentamientos nocturnos entre habitantes y fuerzas del orden en Port Said, en un clima de tensión persistente en esta ciudad del noreste de Egipto, en huelga general, y en el conjunto del país.

El director de los servicios de socorro, Mohamed Soltan, dio un balance de cinco muertos en Port Said, una localidad situada en la entrada norte del canal de Suez.

El Ministerio del Interior dio previamente un balance de cuatro muertos, dos de ellos policías. Según explicó, unos desconocidos dispararon “de forma aleatoria” junto a una comisaría, y mataron a dos agentes antidisturbios, heridos en el cuello y la cabeza.

Los enfrentamientos habían estallado durante la jornada del domingo, tras la decisión del ministerio del Interior de desplazar a 39 prisioneros en espera de juicio. El veredicto, que se espera para el próximo sábado, concierne al segundo grupo de acusados por los disturbios que dejaron 74 muertos tras un partido de fútbol en Port Said en febrero de 2012.

El pasado enero, 21 personas, en su mayoría hinchas de fútbol, fueron condenados a la pena capital por este caso, en un veredicto que provocó enormes disturbios con un saldo de al menos 40 personas muertas.

Este domingo, los manifestantes arrojaron piedras y cócteles molotov contra un puesto policial en Port Said, donde una huelga general ya está en su tercera semana. La policía respondió con gases lacrimógenos, según un responsable de la seguridad.

Los habitantes de Port Said y de otras ciudades ribereñas del canal se quejan desde hace tiempo de que el gobierno central las tiene marginadas.

ENFRENTAMIENTOS EN LA CAPITAL

También en El Cairo se produjeron enfrentamientos violentos durante la noche, cerca de la plaza Tahrir, entre policías y manifestantes.

La policía disparó gases lacrimógenos para dispersar a la muchedumbre que se acercaba a un hotel de lujo. Por la mañana, la calma volvía a reinar en la plaza.

En los últimos meses se produjeron numerosos episodios de violencia en Egipto, a menudo al margen de manifestaciones contra el presidente islamista Mohamed Mursi, electo en junio, y acusado por sus detractores de haber “traicionado la revolución” y no saber hacer frente a los problemas económicos.

Durante una visita el domingo a Egipto, el secretario de Estado norteamericano John Kerry se entrevistó con Mursi y pidió al país que se esfuerce en calmar la tensión política y enderezar la situación económica.

Al norte de El Cairo, la región del Delta del Nilo fue escenario de actos de violencia, en medio de una campaña de desobediencia civil en la provincia de Daqahliya.

Una persona murió y decenas resultaron heridas en enfrentamientos durante el fin de semana entre la policía y manifestantes en Mansura, la capital de esa provincia.