Sudán utilizó aviones y helicópteros de combate y misiles adquiridos de Rusia y Bielorrusia en el conflicto en la disputada provincia de Darfur, violando un embargo de la ONU, indicaron expertos de la organización.

El informe, del comité de sanciones de la ONU, subraya la intensificación del conflicto en esta provincia sudanesa, con incursiones aéreas contra aldeas, la instalación por parte de los rebeles de campos militares en el vecino Sudán del Sur y el empleo de la tortura contra los opositores.

Los expertos “comprobaron la utilización por las fuerzas aéreas sudanesas de un nuevo sistema de armas y de misiles aire-tierra S8″ comprados a Bielorrusia.

También constataron la acción de cazas Su-25 comprados a Bielorrusia en 2008 y de helicópteros de combate Mi-24 adquiridos de Rusia tras la extensión de las sanciones en 2005.

Los expertos remarcan también la necesidad de investigar la posible utilización por parte de las tropas de Jartum de un transporte blindado de tropas de fabricación iraní.

El Consejo de Seguridad de la ONU impuso en 2004 un embargo de armas con destino a Darfur, pero que no abarcaba al resto de Sudán. El año siguiente el embargo fue reforzado y extendido.

El comité afirma que Sudán violó la resolución 1591 del Consejo al utilizar armas compradas después de 2005 y al “llevar a cabo bombardeos aéreos y vuelos de intimidación sobre Darfur”, en especial en la zona de Jebel Marra, al norte de la provincia.

En Darfur, situado en el oeste de Sudán, tiene lugar desde 2003 un conflicto entre los grupos guerrilleros no árabes y el régimen de Jartum que, según estimaciones de la ONU, costó la vida a unas 300.000 personas y dejó más de un millón de desplazados.