Se le creía enfermo, pero David Bowie abandonó un retiro de diez años con la publicación de un nuevo álbum lleno de vida, “The Next Day”, que llegará a las tiendas a mediados de marzo arropado por un plan de marketing estudiado al milímetro y alabado por la crítica.

Bowie sorprendió al mundo entero cuando el pasado 8 de enero, día de su 66 cumpleaños, publicó el título “Where are we now?”. En la era de Internet y de las redes sociales, es impactante que antes del estreno del single no se haya filtrado ninguna información sobre su vuelta a un estudio de grabación.

Desde su trabajo “Reality” en 2003, el genial músico no había vuelto a publicar nada. Parecía que Bowie había optado por retirarse junto a su mujer, la bella modelo Iman, y su hija en Nueva York y eran habituales en los medios de comunicación y en el mundo artístico los rumores alarmantes sobre su estado de salud.

Pero, en realidad, el británico volvió a la senda de los estudios hace dos años con el productor Tony Visconti, con el que ha colaborado en 12 de sus 24 álbumes.

Grabado en el mayor de los secretos, “The Next Day” (“El día siguiente”) se publicará entre el 8 y el 13 de marzo en el mundo y su salida está precedida de un cuidado plan de marketing.

Como Bowie no deseaba conceder entrevistas, Visconti actuó como su portavoz ante los medios de comunicación. Se organizaron escuchas en todo el mundo con embargo de publicación para garantizar un impacto máximo en los medios.

Las primeras informaciones sobre el álbum, que muestran a un Bowie dispuesto a jugar con su propio mito, despertaron la curiosidad de los seguidores.

La carátula de “The Next Day” no es otra que la de su obra maestra “Heroes”, pero con el título borrado y con el rostro del cantante oculto por un recuadro blanco.

Los videoclips de los dos singles “Where are we now?” y “The Stars (are out tonight)” juegan con los espejos, donde Bowie, quien asume elegantemente sus 66 años, se enfrenta a los fantasmas de su juventud.

En este trabajo, el músico se atreve con todos los estilos: jazz, blues, glam, psicodelia, rock e, incluso, hard-rock. Donde otros veteranos del rock, como los Rolling Stones, apuestan por fórmulas de éxito demostradas, Bowie prefiere la experimentación en los arreglos y con su voz, a menudo manipulada con el ordenador.

Las letras también son feroces. Apasionado de la historia y la literatura, Bowie hace referencia a la vacuidad del star-system, al horror de la guerra, a las multitudes que derrocan a los tiranos, etcétera.

Por su mordacidad, “The Next Day” parece pensado para el escenario, incluso si Bowie se inclina, por el momento, por rechazar la hipótesis.