El embajador de Chile en Argentina, Adolfo Zaldívar Larraín, quien falleció este miércoles a los 69 años de edad producto de un cáncer al páncreas, desarrolló una intensa vida política en la Democracia Cristiana, partido del que fue expulsado en 2007 por negarse como senador a financiar el Transantiago.

En 1965, inició su carrera como jefe nacional universitario del PDC mientras estudiaba derecho en la Universidad Católica, donde se tituló de abogado.

Entre 1970 y 1972 fue elegido como consejero nacional de la colectividad y posteriormente ejerció diversos cargos internos hasta que entre el 2002 y 2006 lideró la tienda falangista.

Durante el periodo legislativo 1994-2002, se desempeñó como senador Demócrata Cristiano por la 18ª circunscripción senatorial, Región de Aysén, y fue reelecto por la misma zona entre 2002-2010.

Entre el 12 de marzo de 2008 a marzo de 2009, fue presidente del Senado.

El 27 de diciembre de 2007, el tribunal supremo de la DC lo expulsó por mantener una posición “díscola” en diferentes temas, especialmente por negarse a financiar el Transantiago.

En 2008 se integró al Partido Regionalista de los Independientes (PRI), lo que provocó un éxodo de diputados “colorines” de la DC cercanos a Zaldívar.

En junio de 2010, abandonó la presidencia del PRI y asumió la oferta del Presidente Sebastián Piñera para asumir como embajador de Chile en Argentina.

En el ámbito profesional fue socio del estudio jurídico Irureta, Zaldívar, Briones y Hernández, y ejerció libremente su profesión.

Paralelamente, se desempeñó como profesor de derecho político y derecho constitucional en la facultad de ciencias jurídicas y sociales de la Universidad de Chile.

Asimismo, fue co-fundador de la Comisión Chilena de Derechos Humanos donde se destacó en los años ochenta por su apoyo a las victimas de violaciones a los Derechos Humanos por parte de la dictadura del general de Ejercito Augusto Pinochet Ugarte.