El déficit público de España fue de 6,7% en 2012, lo cual fue mucho mejor que las previsiones de los analistas más escépticos, pero por encima de lo pactado con Bruselas, quien ahora debe decidir si da un mayor plazo al país para pasar por debajo del 3%.

“Tras dispararse a 9,4% del PIB en 2011, el déficit español para 2012 va a quedar al final, y es la cifra que mandaremos a la Comisión Europea, en el 6,7%”, anunció este miércoles el jefe del gobierno, el conservador Mariano Rajoy.

“Esto sin duda alguna aumenta la confianza en España”, agregó durante la sesión semanal de control al gobierno en la cámara baja del parlamento.

Sumida de nuevo en la recesión desde finales de 2011, menos de dos años después de haber salido de ella, la economía española suscita la inquietud de los mercados, que en los últimos meses le dieron sin embargo una tregua, exigiendo intereses menos elevados para financiar al país.

España había negociado con Bruselas un objetivo de déficit de 6,3% para 2012 y, aunque el dato anunciado este miércoles esté por encima de esa cifra, es mejor que las previsiones más pesimistas de muchos analistas.

La propia Comisión Europea había considerado hace una semana que el déficit de España para este año sería del 7% sin tener en cuenta la recapitalización de los bancos en dificultades y el 10,2% contando con dichas ayudas. El 6,7% anunciado por Rajoy no incluye el rescate bancario.

La Comisión previó asimismo que el déficit de la cuarta economía de la Eurozona sea de 6,7% en 2013 y de 7,2% en 2014, lejos de los objetivos prometidos por Madrid de 4,5% este año y 2,8% el próximo.

Anunciando estas previsiones, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, había reiterado que un país que haga los esfuerzos presupuestarios exigidos por Bruselas podría obtener un plazo mayor para alcanzar el 3% de déficit marcado por las reglas europeas.

“Si los datos reales para 2012 nos dan garantías de que el esfuerzo estructural acordado se está aplicando, la estrategia presupuestaria podría adaptarse”, había asegurado.

Esto que hace esperar que España obtenga una relajación de sus objetivos para los próximos años tras el anuncio este miércoles de Rajoy, quien hizo hincapié en el “enorme esfuerzo” hecho por “el conjunto de la sociedad española” para lograr el 6,7%.

En el poder desde diciembre de 2011, el gobierno aplica draconianas políticas de austeridad que prevé un ajuste de 150 mil millones de euros (unos 196 mil millones de dólares) hasta finales de 2014.

Afectando a sectores como la salud o la educación, estos recortes alimentan un creciente malestar social que se ilustra en la multiplicación de huelgas y manifestaciones y se suma a la indignación por las multimillonarias ayudas públicas a la banca y los incesantes escándalos de corrupción en un contexto que continuada recesión.

Según datos oficiales provisiones, la economía española se contrajo un 1,37% en 2012, y según el Banco de España la recesión no remitirá en el primer trimestre de este año.

“La escasa información relativa al primer trimestre de 2013 apunta, en líneas generales, a una prolongación del tono contractivo de la actividad, en un contexto de marcada atonía de la demanda interna”, consideró el banco central este miércoles en su boletín económico mensual.

Lastrado por un desempleo récord de más del 26% y las draconianas políticas de austeridad, el consumo nacional no consigue despegar mitigando los buenos resultados de las exportaciones españolas.

Madrid prevé que el PIB del país caiga de nuevo en 2013, un 0,5%, y crezca 1,2% en 2014, unas cifras considerada como demasiado optimista por varios organismos y analistas. Así, la Comisión Europea prevé que la economía española se contraiga 1,4% este año y crezca 0,8% el que viene.