Ekaterina Samutsevich, integrante del grupo punk ruso Pussy Riot, aseguró este martes que recurrirá a todo tipo de gestiones legales para que liberen a sus dos compañeras detenidas, y afirmó que hay posibilidades de que las autoridades las suelten pronto.

“Lo principal es sacar a Nadia y Masha”, dijo Samutsevich a la AFP en una entrevista exclusiva, refiriéndose a sus compañeras de grupo Nadezhda Tolokonnikova y Maria Alekhina.

“Creo que si logramos montar una defensa de alto nivel, es posible que salgan antes, en un plazo inferior a los dos años” de condena, explicó Samutsevich, un año después de que la banda cantara en la catedral de Moscú una “oración punk” contra el presidente Vladimir Putin, que les valió ser detenidas y juzgadas.

Nadezhda Tolokonnikova y Maria Alekhina fueron condenadas a una pena de dos años por vandalismo en prisiones situadas en las regiones de Perm y Mordovia.

El caso está siendo muy molesto para Putin, según Samutsevich, que especula con que podría aumentar la presión política para que libere a las dos jóvenes antes de los Juegos Olímpicos de Invierno, previstos en 2014 en la localidad rusa de Sochi, a orillas del mar Negro.

“A Putin siguen haciéndole las mismas preguntas incómodas sobre las integrantes encarceladas de Pussy Riot, y pienso que se las seguirán haciendo, sobre todo ahora que se acercan los Juegos de Sochi, Así que no sé cómo actuarán las autoridades”, añadió.

Las dos jóvenes encarceladas se encuentran bajo un estricto régimen que incluye trabajos forzosos. Nadezhda Tolokonnikova ha sido tratada en un hospital por unos fuertes dolores de cabeza, y Maria Alekhina ha sido aislada en una celda después de que unas compañeras la amenazaran.

Samutsevich logró reducir su pena a un año con suspensión, alegando que la detuvieron tan rápido que no le dio tiempo a participar en la “oración punk” en la catedral moscovita.

Durante la entrevista, la joven recibió una llamada de su abogado, y afirma que sigue empleando la mayor parte de su tiempo en este caso.

Ekaterina Samutsevich se mostró también esperanzada en que otros retomen las protestas de las Pussy Riot, mientras el grupo sigue ocupado con sus problemas legales.

“Con esta situación que hay en Rusia, en la que apenas te dejan hacer nada, es necesario aguantar y luchar. Para nosotras es duro seguir adelante. Hicimos esto para que otra gente tome el relevo y empiece a hacer algo por su cuenta”, explica.