El congreso mundial de la telefonía móvil, que este domingo abrió sus puertas en Barcelona por cinco días, acoge también este año a una multitud de otros actores económicos para quienes la movilidad va mucho más allá de un simple teléfono.

El Mobile World Congress (MWC) se inaugura oficialmente el lunes, pero la víspera ya comenzaron las presentaciones.

Así el grupo chino Huawei, número tres mundial del mercado de ‘smartphones’ a finales de 2012, anunció el lanzamiento de su nuevo teléfono inteligente, el Ascend P2, presentado como el más rápido del mundo en Internet y que se comercializará en el segundo trimestre de 2013.

Y la fundación Mozilla anunció que lanzará este verano boreal teléfonos equipados con su esperado sistema de explotación ‘open source’ Firefox OS, con la ambición de situarse en el tercer lugar del mercado, tras las plataformas iOS de Apple y Android de Google.

En 2012, la parte de mercado de Android fue de 68,4% y la de Apple de 19,4%, según el gabinete Strategy Analytics.

Los ‘smartphone’, esos teléfonos que sirven tanto para llamar como para navegar por la red, están revolucionando la manera de comunicarse y de consumir, despertando el apetito de otros sectores económicos.

Según el gabinete Deloitte, por primera vez este año el número de teléfonos inteligentes comercializados en el mundo superará los mil millones de unidades.

Fabricantes de teléfonos y tabletas como LG Lenovo, ZTE y Sony Mobile presentarán como es habitual en Barcelona sus colecciones primavera-verano. Se esperan con especial expectación los anuncios del finlandés Nokia, que firmó un acuerdo con la plataforma de Microsoft Windows Phone 8.

En opinión de Ian Fogg, analista de la firma IHS, este salón será de las marcas menos conocidas entre los fabricantes de teléfonos “que intentará hacer el máximo ruido”, pero también entre competidores de iOS y Android como Mozilla.

Sin embargo, la telefonía móvil ya no es solo un negocio de fabricantes y operadores, señalan los expertos.

Más allá de las empresas del sector el salón de Barcelona acogerá a numerosos actores, procedentes de Internet, que utilizan las estructuras de telefonía móvil instaladas por los operadores para proporcionar servicios de video o audio, como Google, Dropbox o Foursquare.

Las grandes redes bancarias como Visa y Mastercard, pero también Paypal, prevén asimismo anunciar iniciativas destinadas a adaptar sus sistemas al pago mediante teléfono móvil.

“La movilidad abierta y transversal tiene un impacto en el conjunto de filiales industriales y se convierte en una opción estratégica para muchas empresas”, subraya Thomas Husson, analista del gabinete Forrester.

Pese a ser un congreso dedicado a la industria móvil, “tiene implicaciones más amplias en toda la economía”, asegura Fogg. “Hoy el móvil representa lo que representaba Internet en 1999, todo el mundo debe tener una estrategia móvil”, señala.

Entre las nuevas tecnologías en alza, la telefonía de cuarta generación (4G) será pronto imprescindible para los operadores, advierte el informe 2013 de Idate, instituto de referencia en el sector.

Gracias a un teléfono compatible y a un contrato específico, una red móvil 4G permite una velocidad equivalente a la que proporciona actualmente una línea fija de fibra óptica.

Esta tecnología, o su versión más antigua denominada “LTE” -equivalente a 3,9G-, gana rápidamente terreno y Idate prevé que a finales de 2016 unos 912 millones de personas la utilicen en el mundo.

Sin embargo, está lejos de ser universal: utiliza actualmente unas quince bandas de frecuencia diferentes, lo que hace imposible el ‘roaming’ internacional, y presenta problemas de compatibilidad con ‘smartphones’ como el iPhone 5 de Apple que no puede captar las frecuencias 4G (800 MHz y 2,6 GHz), elegidas por varios países de Europa.