Un preso palestino murió el sábado en una cárcel israelí, en momentos en que el número de encarcelados en huelga de hambre se elevaba a 11, según fuentes palestinas.

Arafat Jaradat fue “detenido hace algunos días, murió durante la investigación”, dijo sin más precisiones a la AFP el ministro palestino encargado de asuntos penitenciarios, Issa Qaraqaa.

“Solicitamos la creación de una comisión internacional que investigue las circunstancias de su muerte”, dijo Qaraqaa.

El portavoz de los servicios penitenciarios israelíes, Sivan Weizman, dijo que Jaradat, un hombre de 30 años originario de Hebrón, falleció súbitamente en el centro de detención de Meggido, en el norte de Israel.

“Probablemente se produjo un paro cardíaco. No tengo detalles suplementarios por el momento”, dijo Weizman. Según los servicios internos de inteligencia israelí, Shin Bet, Jaradat enfermó y los médicos “no consiguieron salvar su vida”.

Según el grupo islamista Hamas, que controla la Franja de Gaza, Jaradat murió debido a las “inhumanas condiciones de su encarcelamiento en las prisiones israelíes”.

Esta muerte puede avivar las tensiones entre Israel y los territorios palestinos, donde se han producido manifestaciones de solidaridad con otros 4 prisioneros palestinos detenidos por Israel y que se hallan en huelga de hambre.

Según indican el sábado fuentes palestinas, otros siete presos se han sumado a la huelga de hambre, aunque ello no pudo ser confirmado por los servicios penitenciarios. Los presos palestinos observan una huelga de hambre para exigir su liberación.