Campesinos hondureños de la conflictiva zona del Aguán denunciaron este jueves que las autoridades militares tratan de criminalizar la lucha que ellos emprenden por la tierra -que deja más de 90 muertos en tres años-, para desarticular a sus organizaciones.

Al leer un pronunciamiento en rueda de prensa, los dirigentes de la Plataforma Agraria Regional Campesina del Valle del Aguán, integrada por 14 agrupaciones, “condenaron el plan de criminalizar la lucha por el acceso a la tierra (…) para desarticular las organizaciones campesinas”.

Yoni Rivas, uno de los dirigentes, denunció que el jefe militar de la zona, coronel German Antonio Alfaro, está “pretendiendo enjuiciar a voceros de las organizaciones campesinas que denuncian constantemente los asesinatos a campesinos”.

El conflicto se desató en el Aguan, situado a 600 km al noreste de la capital, desde enero del 2010 luego que un mes antes más de 5 mil campesinos ocuparon 7 mil hectáreas de tierra propiedad de terratenientes.

Los campesinos sostienen que esas tierras les pertenecen desde que en la década de 1980 les fueron entregadas en el marco de una reforma agraria.

En 1992, una ley permitió que esas parcelas fueran vendidas, y algunos dirigentes de los agricultores, a espaldas de sus bases, las cedieron a precios bajos a los terratenientes.

En agosto, el gobierno ordenó un despliegue de militares reforzando a la policía de la zona pero las muertes no se han detenido.