Por tráfico de personas de carácter simple y agravado, además de soborno reiterado fueron condenados tres ciudadanos haitianos, quienes serían responsables del ingreso de 16 ciudadanos de su mismo país para que realizaran trabajos en campos de la zona central y el norte de Chile.

La banda habría estado compuesta por Cedanus Dorvil, Jean Blindy Mahotiere y Luis Ramírez, quien oficiaba de líder de esta organización y cobraba mil dólares por persona.

Este último también fue el que se contactó con una funcionaria de la Policía de Investigaciones que trabaja en el aeropuerto.

Tras acusar el intento de soborno, funcionó como agente encubierto, en tanto recibía montos que fluctuaban entre los 400 dólares cuando correspondía a una persona, y 700 cuando eran dos (entre 188 mil y 329 mil pesos).

El abogado José Reyes, defensor de la banda, cuestionó que se prolongara durante tanto tiempo la relación con la agente encubierta, mientras ésta recibía el dinero.

Por su parte, el fiscal de la zona occidente, Emiliano Arias, respondió que lo anterior correspondía a una herramienta para investigar este tipo de ilícitos.

El primer juzgado de garantía condenó a Ramírez a cinco años, pero por haberse realizado un juicio abreviado, y al haber aceptado todos los crímenes quedó sujeto al beneficio de la libertad vigilada por seis años.

En tanto, Dorvil y Blindy Mahotiere quedaron con firma mensual, junto con la remisión condicional de la pena de presidio propuesta, a causa de su cooperación e irreprochable conducta anterior.

El fiscal Arias agregó que entre los ciudadanos haitianos que entraron al país, algunos correspondían a familiares de los acusados, mientras que seis todavía no han podido ser localizados.