El presidente de Bolivia, Evo Morales, quien mantiene fuertes diferencias con la jerarquía eclesiástica de su país, consideró que la renuncia del Papa Benedicto XVI se debe a “problemas internos de la Iglesia católica” y no a “razones de edad”, como arguyó el pontífice.

“No creo que su renuncia sea por razones de edad sino por problemas internos en la Iglesia católica”, aseveró Morales en una rueda de prensa en Cochabamba, durante la cual se refirió exclusivamente a este tema.

“Quiero expresar, después de escuchar estas reflexiones y cuestionamientos a la violación, al capitalismo a la división (…) que realmente es mi Papa, es el Papa de la Iglesia católica”, señaló Morales, autodefiniéndose como “católico de base”.

En una aparente alusión a la jerarquía católica boliviana, a la que tilda de derechista, Morales afirmó: “Qué bueno sería que todos los cardenales y obispos cuestionen las injusticias y elementos que promueven las injusticias. Qué bueno sería que en las misas se reflexione por la vida, por la humanidad e igualdad de los pueblos, especialmente de los más abandonados”.

Morales expresó además su “solidaridad con el papa Benedicto XVI”, y agregó: “Lamento que en los próximos días abandonará su cargo, pero dijo la verdad sobre la Iglesia y qué bueno sería que obispos, cardenales recojan este profundo sentimiento para seguir reflexionando, cuestionando políticas económicas que hacen mucho daño a la humanidad”.

El gobernante cuestionó en 2012 el sistema de la Iglesia católica para elegir a los papas e incluso demandó el fin del celibato, el ejercicio del sacerdocio por parte de las mujeres y que los curas asuman una paternidad responsable, si es que procrean niños, al margen de sus votos confesionales.