Los ministros europeos de Agricultura se reúnen este miércoles de urgencia para analizar qué medidas tomar ante el escándalo por el hallazgo de carne de caballo, comercializada como carne de vacuno, en comidas precocinadas.

La cita es en Bruselas entre los países afectados: Francia, Reino Unido, Luxemburgo, Suecia, Rumanía y Polonia, además de Irlanda, que ejerce la presidencia rotativa de la UE, debido al impacto que ha tenido “el fraude”. Sin embargo, aclaró que no tomará ninguna decisión este miércoles.

Cada vez más presionada, la Comisión Europea no excluyó hacer obligatoria la mención sobre el lugar de origen de la carne en las comidas elaboradas, frente al escándalo.

“Sí, estamos considerando el asunto”, dijo el comisario de Salud y Consumo, Tonio Borg, en conferencia de prensa, refiriéndose a la posibilidad de mencionar “el lugar de origen de los platos preparados”.

“Algunos países están a favor, otros creen que es complicado. Vamos a ver si se puede hacer, si no es demasiado complicado. Dejo las puertas abiertas”, precisó.

Desde el escándalo de la “vaca loca”, la carne bovina fresca debe mencionar su origen. No es el caso para los productos elaborados con carne, que tienen sólo la obligación de mencionar el tipo de carne utilizada.

Ante la envergadura del escándalo, la Comisión Europea se defendió de las crecientes acusaciones de carencias en seguridad alimentaria.

“Que esta carne haya cruzado varios países significa que algunos han incumplido la ley o simplemente cometieron un fraude (…) Sería injusto e inapropiado para la UE convertir este caso en un asunto de seguridad alimentaria sin tener pruebas”, advirtió Borg.