Como parte del proyecto “Así fuimos”, que tiene como objetivo hacer reediciones facsimilares de libros antiguos olvidados, raros y curiosos, Mandrágora Ediciones acaba de lanzar “Refranes Chilenos” de Agustín Canobbio. Publicado en 1901, se trata del primer compendio del refranero popular que se editó en el país.

“Calentar el agua para que otro tome mate” o “círculo en el sol, aguacero o temblor”, son refranes que todos hemos escuchado más de alguna vez y que se han mantenido en numerosas conversaciones a través de los siglos. Otros han modificado en algo su forma, pero el fondo sigue intacto, como “en el mejor paño cae la mancha, o “muchas veces no está el huevo donde cacarea la gallina”. Son los refranes, pequeños compendios de sabiduría popular que grafican la idiosincrasia de un lugar.

El primer compendio del refranero popular realizado en el país fue publicado por Agustín Canobbio en 1901, como Anexo de los Anales de la Universidad de Chile, y es relanzado ahora por Mandrágora Ediciones como parte de su labor de rescate patrimonial a través de la colección “Así Fuimos”.

“Refranes Chilenos” forma parte de un gran movimiento de nacionalismo cultural, que desde principios del siglo XX comenzó a descubrir la riqueza de la cultura popular del país, revirtiendo la tendencia europeizante de la élite chilena que ignoraba las tradiciones rurales o las consideraba como vulgares, primitivas o incorrectas. El libro busca enseñar el habla común y la sabiduría del pueblo de la época expresada en su día a día.

Un registro de la oralidad que aún sobrevive en la vida urbana actual a través de algunas expresiones. “Los refranes quedaron perdidos en diccionarios igualmente perdidos. La reedición del que se conoce como el primer libro que recupera una valiosa colección de ellos hace posible ahora recobrar estos vestigios de una época en la que a través del lenguaje se transmitían tradiciones de una generación a otra”, comenta en el prólogo de la reedición de Mandrágora, el escritor Darío Oses, y agrega que “echamos de menos estas composiciones que nos entregaron una sabiduría mínima y fragmentaria. Conviene recordarlas para darnos cuenta de cuánto hemos perdido. Conviene también volver a las verdades menudas, ahora que están en crisis las grandes verdades. Y Refranes chilenos nos retorna toda la riqueza de esa voz que se está haciendo arqueología”.

Portada refranes chilenos

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