Debido a las inusuales condiciones meteorológicas que se han presentado este verano en la zona central, se han producido aludes de gran envergadura en la precordillera que han obligado a la suspensión del agua potable en las regiones Metropolitana y de Valparaíso.

Para evitar que esta situación se repita en el futuro, la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) ha instruido a las empresas Aguas Andinas, Aguas Cordillera y Esval a realizar estudios sobre planes de inversión y medidas adicionales de seguridad para enfrentar los casos de turbiedad extrema, como el problema que se presenta en la actualidad.

En Santiago ya existen obras comprometidas por Aguas Andinas en la materia desde 2011: un estanque de seguridad de 225.000 metros cúbicos e interconexión entre embalses El Yeso y Laguna Negra para cuando se presente turbiedad extrema. Ambos estarían listos para finales de este año.

Aguas Andinas y las otras compañías del sector tendrán que reforzar estos planes con nuevas obras, considerando el escenario actual.