El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá de emergencia este martes a las 11 horas (en Chile) para evaluar cómo responder al ensayo nuclear de Corea del Norte, condenado por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, como “profundamente desestabilizador”.

“Esto es una violación clara y grave de las resoluciones del Consejo de Seguridad”, dijo Ban según su portavoz Martin Nesirky.

Ban Ki-moon aseguró que el Consejo de Seguridad “permanecerá unido y tomará las medidas adecuadas”.

El presidente estadounidense, Barack Obama, pidió una respuesta internacional “rápida” y “creíble” al “provocador” ensayo nuclear, mientras su homólogo François Hollande dijo que “Francia apoyará una acción firme en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.

En tanto, Alemania se pronunció a favor de nuevas sanciones de la ONU contra Pyongyang.

Corea del Norte realizó una prueba nuclear a pesar de una “fuerte advertencia” de su aliado China, dijo un diplomático de la ONU. “Los chinos lanzaron a los norcoreanos una fuerte advertencia pidiéndoles que no realizaran este ensayo cuando se hizo obvio que era inminente”, dijo el diplomático bajo condición de anonimato.

“Lo que los norcoreanos hicieron es un verdadero desafío lanzado a los chinos”, dijo. Pekín, Moscú y Washington han trabajado juntos desde hace varios días y “rápidamente se pondrán de acuerdo sobre el hecho de que una acción firme es necesaria”, agregó.

La presidencia del Consejo de Seguridad le corresponde este mes a Corea del Sur. El embajador de Corea del Sur ante la ONU advirtió hace unos días que el Consejo adoptaría medidas “muy fuertes” en respuesta a una tercera prueba nuclear de Pyongyang (tras las de 2006 y 2009).

El Consejo había decidido en enero ampliar las sanciones contra el régimen de Corea del Norte luego del lanzamiento de un cohete en diciembre.

Varias resoluciones de la ONU prohíben a Corea del Norte toda actividad nuclear o balística. Sus ataques con misiles y los ensayos nucleares de Pyongyang le han valido una serie de sanciones desde 2006, incluida la congelación de activos de empresas norcoreanas o las prohibiciones de viajes para los funcionarios del régimen.