Luego que el Papa Benedicto XVI anunciara que renunciará este 28 de febrero, conmocionando a millones de feligreses a lo largo del mundo, el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, explicó en detalle las razones de salud que obligaron al Sumo Pontífice a abandonar su cargo.

“El Papa nos tomó a todos por sorpresa”, explicó Lombardi, quien comentó que los cardenales que se encontraban en Roma para la reunión quedaron anonados por el anuncio.

La autoridad eclesiástica tiene 85 años y padece de algunas enfermedades que le imposibilitan para continuar en el cargo, según expresó la vocería del Vaticano. Sufre de artrosis en el 50 por ciento de su cadera derecha, por lo cual se cansa fácilmente y sufre dolores al caminar, por lo que ha perdido agilidad.

Por otra parte, cuando era un niño sufrió de una difteria que casi acabó con su vida; en 1991 lo afectó un primer derrame cerebral y al año siguiente sufrió una violenta caída en un baño mientras se encontraba de vacaciones, golpeándose la cabeza.

En 2003 nuevamente se vio afectado por un ictus cerebral y en 2009 -cuando ya había asumido como Santo Padre- una nueva caída doméstica que le obligó a someterse a una cirugía.

La decisión del Papa conmocionó a la Iglesia Católica, luego que en septiembre del año pasado el mismo vocero de la Iglesia asegurara que “la salud del Papa ex excelente” y declinaran entregar más declaraciones al respecto, según consignó en su momento la agencia Reuters.

Por otro lado, esta es la primera renuncia que se presenta al cargo de Sumo Pontífice en seis siglos, siendo precedido por la salida de Gregorio VIII en 1415.