El gobierno colombiano y la guerrilla comunista de las FARC entrecruzaron acusaciones este domingo en La Habana por la liberación de dos policías y un soldado capturados por los rebeldes hace dos semanas, a quienes los insurgentes tildan de “prisioneros de guerra”, mientras que el gobierno los considera “secuestrados”.

“Esperamos que las FARC pongan en libertad a los policías y el soldado secuestrados y que lo hagan mediante un procedimiento ágil”, dijo el jefe de la delegación oficial colombiana a las conversaciones de paz que se llevan a cabo en La Habana, Humberto de la Calle.

En un comunicado leído a la prensa, tras lo cual se retiró sin responder preguntas, de la Calle enfatizó que “cada acto como este, atenta directamente contra el proceso de paz”.

Las FARC capturaron el 25 de enero a los policías Cristian Yate y Víctor Alfonso, así como a un soldado.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) manifestaron su disposición de entregar a los cautivos, a quienes consideran “prisioneros de guerra” y no “secuestrados”, al Comité Internacional de la Cruz Roja y la ONG Colombianos y Colombianas por la Paz, e instaron al Gobierno a crear “cuanto antes las condiciones para la liberación”.

“El Gobierno Nacional debe propiciar cuánto antes la liberación y en ese tramo se está, y se está esperando a la Cruz Roja y Colombianos y Colombianas”, dijo a la prensa el Comandante Ricardo Téllez, considerado el canciller de la guerrilla.

El proceso de liberación “va por muy buen camino. Ya las FARC dio la orden que en el sitio donde se encuentran, haya presencia de la Cruz Roja Internacional y de Colombianos y Colombianas”, añadió.

Téllez rechazó el calificativo de “secuestrados” empleado por de la Calle y señaló que “lo que hay es prisioneros de guerra que cayeron en operaciones militares en área de guerra y las FARC está dispuesta a liberarlos”.

Ambas delegaciones cerraron este domingo en La Habana el cuarto ciclo de pláticas comenzadas el 19 de noviembre para terminar con el conflicto militar.