Un total de 65 personas continúan hospitalizadas tras sobrevivir al incendio que dejó 238 muertos en el sur de Brasil, de los cuales 18 aún respiran con ayuda de aparatos especiales, informaron el jueves las autoridades.

En las últimas 24 horas, 10 personas recibieron el alta médica, indicó la secretaría de Salud del estado de Rio Grande do Sul (sur), donde queda en la ciudad universitaria de Santa María, escenario de la tragedia.

La madrugada del domingo 27 de enero, un fuerte incendio en la discoteca Kiss de Santa María dejó además de 238 muertos, un centenar de personas hospitalizadas, muchas de ellas en estado grave por asfixia y quemaduras.

Esta semana, un tribunal extendió por 30 días más la prisión temporal de los dos propietarios de la discoteca y los dos músicos que presuntamente participaron en el espectáculo pirotécnico que inició el fuego.

La policía analiza 94 celulares y ocho cámaras de video de víctimas de la tragedia, que puedan dar información que ayude a la investigación, según informó la televisión Globo.

Este jueves, la presidenta brasileña Dilma Rousseff participó en Brasilia de un acto ecuménico en homenaje a las víctimas del incendio, que reunió a representantes de otras religiones.

“El pueblo brasileño se reveló como un pueblo capaz de amar, de forma tan bella, tan generosa, tan gratuita, especialmente en estos momentos de sufrimiento”, dijo el arzobispo de Brasilia, Sergio da Rocha en su sermón.

Unas 300 personas participaron del evento, incluyendo ministros y miembros del Ejecutivo, el Congreso y las fuerzas armadas, indicó G1.

Ningún familiar de las víctimas acudió al acto.

La tragedia ocurrió cuando Brasil se encuentra bajo los focos por los preparativos para acoger la Copa del Mundo de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 en Rio de Janeiro. Además, organizará a mediados de este año la Copa de Confederaciones de fútbol.

De acuerdo a la evidencia recabada hasta ahora por la Policía, el incendio se debió a una serie de fallas: la discoteca estaba superpoblada, la banda utilizó fuegos pirotécnicos destinados a exteriores en un ambiente cerrado, el techo de la discoteca estaba revestido de espuma inflamable, al menos un extintor no funcionó, y la única salida del lugar no estaba bien señalizada.