Policías y decenas de manifestantes se enfrentaron el miércoles en Túnez, frente al Ministerio del Interior, al paso de un cortejo que transportaba el cadáver de un líder opositor, asesinado horas antes en la capital tunecina, según un periodista de la AFP.

Los manifestantes lanzaron piedras contra los policías, que replicaron con gases lacrimógenos. Decenas de personas protegían la ambulancia que llevaba los restos del opositor, pese a la humareda de gases.

“¡El pueblo quiere la caída del régimen!”, gritaban los manifestantes que rodeaban el vehículo con el cuerpo de Choki Belaid, férreo opositor a los islamistas en el poder en Túnez.

La familia de Belaid y su entorno acusan a los islamistas en el poder de ser responsables de su asesinato a balazos, lo que el partido Ennahda desmintió categóricamente.

Varios manifestantes saquearon los locales de Ennahda en diversas ciudades del país, donde se celebraron además numerosas manifestaciones tras la muerte de Belaid.

Tunez está sumido en un callejón sin salida política, a falta de compromiso sobre la futura Constitución, que bloquea la organización de nuevas elecciones.

En fin, la propia coalición en el poder dirigida por Ennahda atraviesa una grave crisis, ya que sus dos aliados de centroizquierda Ettakatol y el Congreso para la República, exigen una amplia remodelación ministerial para retirarle a los islamistas las principales carteras.