Estados Unidos confirmó este miércoles que puso en práctica nuevas sanciones contra Irán, con el objetivo de limitarle el acceso a sus ingresos petroleros, incluyendo en la lista negra de Washington a entidades sospechosas de participar en la censura en el país.

Las nuevas medidas deberían impedir a las autoridades iraníes “utilizar los ingresos petroleros en custodia en instituciones financieras en el extranjero”, y “repatriar” esos fondos a Irán, precisó el Departamento del Tesoro en un comunicado, confirmando así un anuncio del gobierno iraní, que criticó este miércoles esas medidas.

“Las nuevas sanciones que entran en vigor el 6 de febrero prohíben a los países que compran petróleo iraní pagarlo con divisas, pero les permite proporcionar bienes en contrapartida”, subrayó Ramin Mehmanparast, portavoz del ministerio iraní de Exteriores, citado por la agencia Mehr.

“Es un nuevo ejemplo de la hostilidad (estadounidense) contra Irán”, declaró Mehmanparast.

Esas sanciones refuerzan otras adoptadas por Estados Unidos y la Unión Europea contra las exportaciones petroleras y el sector bancario de Irán, debido a la política nuclear de la República Islámica, sospechosa de pretender dotarse del arma nuclear.