Esta semana la Fiscalía de La Unión debería resolver si accede a decretar nuevas diligencias en la investigación, por la confusa muerte de un joven en un recinto de Gendarmería.

Se trata de un metaperitaje solicitado por la abogada querellante Carole Montory, en representación de la familia de Robin Bayyad Georgos, un joven de 20 años, quien apareció muerto en octubre de 2011 en un calabozo de un recinto de Gendarmería en La Unión, donde cumplía reclusión nocturna por conducción en estado de ebriedad.

La diligencia, según explicó la abogada, busca determinar qué informes periciales son los correctos: si los del Servicio Médico Legal de Valdivia y Osorno, que concluyeron que el joven murió asfixiado por una camisa, o los de dos peritos contratados por los querellantes, Luis Ravanal y Carmen Cerda, quienes determinaron que las lesiones del cuello se produjeron después de la muerte del joven.

La abogada reconoció que hasta ahora, los peritos particulares no han determinado una causa exacta de muerte del joven que se encontraba solo en la celda, pero para ellos se configuraría un homicidio.

El fiscal de La Unión, Raúl Suarez, lleva a cabo la investigación y podría resolver esta semana si instruye la diligencia solicitada por los querellantes, quienes insisten que Robin Bayyad cumplía sin problemas su reclusión nocturna, no tenía ánimos suicidas e incluso se preparaba para una audiencia que se llevaría a cabo 20 días después de su muerte.