Los cubanos comenzaron este domingo a elegir los 612 miembros de su Parlamento entre igual número de candidatos, en unas elecciones sin sorpresas, campañas ni candidatos de la oposición, y que conducirán seguramente a la reelección del presidente Raúl Castro.

Los 29.957 colegios electorales instalados en todo el país abrieron a las 07:00 horas locales (09:00 horas en Chile) para 8,5 millones de votantes convocados, en unos comicios en que serán elegidos los 612 miembros del Parlamento, entre ellos Raúl Castro y su hermano, el líder cubano Fidel Castro, de 86 años y retirado del poder desde 2006 por una crisis de salud.

Los cubanos también elegirán este domingo, mediante voto directo y secreto, a los 1.269 miembros de las 15 asambleas provinciales entre igual número de postulantes, en un proceso que no pone en riesgo el dominio que ejerce el gobernante Partido Comunista (único) sobre la sociedad.

El sistema electoral cubano “es distinto” y “la democracia diferente”, pero “siento que es mucho más democrático que la mayoría que conozco”, declaró a la televisión local el canciller cubano, Bruno Rodríguez, al votar en un colegio de La Habana.

En el acto de apertura de la votación fue leído un llamamiento de las autoridades electorales a acudir a las urnas de forma masiva, en “una manifestación genuina de nuestra democracia socialista” que “se materializa con total transparencia, sin politiquería ni demagogia”.

Una vez que se constituya el nuevo Parlamento, éste deberá elegir entre sus miembros a una treintena de integrantes del Consejo de Estado, máximo órgano ejecutivo del país que preside Raúl Castro (de 81 años), proceso que se realiza usualmente el 24 de febrero.

Se espera que este proceso culmine con la reelección de Raúl Castro para un nuevo periodo de cinco años. Este sería su último mandato, según el límite de 10 años para ocupar un cargo propuesto por él mismo y ratificado por el Partido hace un año, que todavía requiere una reforma constitucional.

Los opositores cubanos, tildados por el gobierno de “mercenarios” al servicio de Estados Unidos, descalifican el proceso asegurando que si bien el gobernante Partido Comunista no postula candidatos, sí supervisa el proceso y se asegura, con su influencia y el voto de sus militantes y simpatizantes, que ningún disidente sea ni siquiera postulado a un cargo.

Los disidentes manifiestan generalmente su oposición votando en blanco, absteniéndose o escribiendo consignas en las boletas, para que sean anuladas.

En los comicios municipales de octubre pasado, primera etapa del actual proceso electoral, votó el 92% del padrón, según cifras oficiales.