El gobierno de Colombia, que adelanta un proceso de paz en Cuba con la guerrilla FARC, le exigió este sábado al grupo rebelde respeto por el ex presidente Álvaro Uribe, al rechazar las acusaciones que le hicieron desde La Habana por supuestos “crímenes de lesa humanidad”.

“El gobierno considera que en la mesa de diálogos se trabaja para conseguir la terminación del conflicto. Declaraciones como la citada, en nada contribuyen a este fin”, señaló un comunicado de la presidencia.

Desde noviembre de 2012, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, la principal guerrilla de este país, llevan a cabo en La Habana un proceso de paz con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, con acompañamiento internacional de Suecia, Cuba, Venezuela y Chile.

Este sábado en La Habana, Ricardo Téllez, integrante del equipo negociador de las FARC, leyó un comunicado del grupo rebelde en el que calificó a Uribe de “mafioso y paramilitar de pura sangre” y le acusó de cometer “crímenes de lesa humanidad”, al aludir a un escándalo de ejecuciones de cientos de civiles presentados luego como guerrilleros muertos en combate, conocido como el caso de los “falsos positivos”.

En la víspera, el expresidente instó al gobierno a suspender las conversaciones de paz hasta que las FARC cesen los ataques contra la población civil y la fuerza pública.