Luego del operativo sanitario que se realizó en el hospital Juana Ross de Peñablanca, se confirmó que las personas que llegaron en un bus desde Lima no padecen el cólera, sino que otro tipo de enfermedad por ingesta de alimentos.

A pesar de esto, se está a la espera de los resultados de los exámenes finales, tal como lo informó el subsecretario de Salud, Jorge Díaz.

Los conductores del bus acusaron abandono de parte de las autoridades, ya que, a pesar de que las autoridades les ofrecieron hospedaje, debieron dormir al interior de una maloliente máquina de transporte de pasajeros de dos pisos, con sus baños colapsados, a la que se le realizó el último aseo en Copiapó:

Ante tal exigencia, el subsecretario, en presencia de los medios, ofreció acercarse a los conductores, para comunicarles la decisión adoptada por la autoridad sanitaria, sin embargo, en definitiva, decidió no entrar en polémicas y los mantiene en espera.

Los pasajeros y la tripulación fueron dados de alta. Se espera contar con un bus higienizado para continuar el viaje con rumbo a Santiago.