Estados Unidos denunció de nuevo el apoyo militar que Irán y Rusia aportan al gobierno de Siria, inmersa en una guerra civil que amenaza con desbordar sus fronteras después de un ataque israelí contra una instalación militar siria.

La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, acusó a Rusia de seguir “aportando asistencia financiera y militar” y a Irán de enviar armas y efectivos, en su última entrevista con los medios como secretaria de Estado.

La crítica de Clinton tuvo lugar un día antes de la reunión que el vicepresidente estadounidense Joe Biden, el canciller ruso Serguei Lavrov, el mediador internacional Lakhdar Brahimi y el jefe de la oposición siria Ahmed Moaz Al Jatib deben celebrar en Múnich, Alemania.

Lakhdar Brahimi dijo el jueves por la noche que no planea volver a Damasco y habló con cautela de la novedosa oferta de Jatib de dialogar con representantes del gobierno sirio.

“Es digno de destacar”, dijo Brahimi, en medio de pronósticos pesimistas sobre una posible salida negociada del conflicto que empezó hace 22 meses.

La oposición siria afirmó el jueves por la noche en El Cairo que el “diálogo debe ser sobre el fin del régimen” y que estaba dispuesta a “recibir cualquier solución política o esfuerzo internacional que apunte a ese objetivo”.

El ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, saludó la propuesta opositora como “extremadamente apreciable”.