El Robin Hood de las galletas está chantajeando a la empresa Bahlsen, un fabricante alemán de estos productos, al exigirle que distribuya dulces a los niños hospitalizados, si quiere recuperar el letrero de su sede, según la carta de reivindicación de la que la AFP obtuvo una copia este jueves.

Todo comenzó con el robo de una galleta de metal dorado de 20 kilos que, desde hacía 100 años, colgaba a 5 metros de altura de la fachada de la sede de Bahlsen en Hanóver (norte de Alemania).

Varios días después, este robo fue reivindicado con una carta dirigida a la empresa y a un periódico local, según la policía.

El autor exige que Bahlsen entregue galletas a los niños del hospital infantil de Hanóver. “Las de leche entera, no las que tienen chocolate negro encima”, precisó en esta carta elaborada con letras recortadas de los diarios.

También exige que los 1.000 euros que Bahlsen prometió a quien ofrezca informaciones sobre el robo se entreguen a un refugio de animales de la región.

La carta está firmada por el “Cookie Monster”, el “Monstruo de las Galletas”, personaje del programa infantil “Plaza Sésamo” o “Barrio Sésamo”, según el país de difusión.

La policía local está desarrollando una investigación, pero sin mucho éxito hasta el momento, y estudia “si se trata de un intento de chantaje”.

Por su parte, el propietario del grupo Bahlsen quiere recuperar su letrero.