Este lunes el mandatario chileno Sebastián Piñera hizo entrega de la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) 2013, a su par cubano Raúl Castro.

La ceremonia se realizó en el Espacio Riesco, lo que sirvió además de clausura del encuentro que reunió a 33 países de Centro y Sudamérica.

En este contexto, Castro consideró que el otorgamiento de la presidencia a su país constituye “un reconocimiento de la abnegada lucha de nuestro pueblo por su independencia”.

Tras la participación del mandatario chileno, Sebastián Piñera, le dirigió unas palabras al recién asumido presidente de Cuba, en donde indicó que “dentro de los objetivos de esta presidencia está mantener la unidad, promover el entendimiento, defender la democracia y las libertades.”

A pesar de no asistir por temas de salud, el mandatario venezolano Hugo Chávez hizo llegar un mensaje escrito de su puño y letra firmado con tinta roja, en el texto se hace mención a que “América Latina y el Caribe le están diciendo a Estados Unidos con una sola voz que todos los intentos para aislar a Cuba han fracasado y fracasarán”.

Tras la entrega de la presidencia, hubo distintas reacciones de los mandatarios asistentes. El presidente uruguayo José Mujica, afirmó, “este clima que estamos viviendo, de gente que piensa muy distinto y sin embargo descubre que tiene que andar junta, nunca se vio en nuestra América”.

Por su parte, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, indicó que al margen de la cumbre, que la presidencia cubana de la Celac, es “un hecho político de gran importancia, con una simbología muy especial”.

La presidencia cubana de la Celac también ha desatado polémicas en la región entre políticos y analistas.

José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), de la que el régimen castrista fue excluido a instancias de Washington en 1962, afirmó que “si esto era conveniente o no conveniente en una comunidad naciente, que todavía necesita afirmarse en la parte internacional, donde se provocan un montón de críticas y discusiones, eso lo evaluarían los jefe de Estados y de gobierno cuando lo decidieron en su momento” en Caracas.

“Es un hecho evidente que la política de aislamiento de Cuba ya no aguanta y la alternativa es clara. Yo creo que en Cuba pueden impulsarse mejores cambios democráticos en la medida de que Cuba forme parte de la comunidad de las naciones americanas y no esté excluida”, añadió.

La OEA levantó la suspensión del gobierno de Cuba en 2009, pero La Habana ha manifestado que no le interesa regresar a la organización hemisférica creada después de la segunda guerra mundial a instancias de Washington.