Comienza a llegar a su fin, la aventura teatral en Bio-Bio. A las exitosas presentaciones de las compañías en Concepción, Tomé y Chillán, se sumaron este fin de semana Talcahuano y Lota. El objetivo es seguir conquistando público, sacándolo de su cotidianeidad y transformando enero, en conjunto con las otras actividades locales, en un intenso y mágico mes cultural.

Gracias al aporte del Consejo de la Cultura y las Artes, el patrocinio de la Intendencia de la Región del Bio-Bio y la colaboración de las Ilustres Municipalidades que participan en esta extensión más de 40 mil personas han podido disfrutar de la programación.

“Entre gallos y medianoche” es la obra que cierra el ciclo de Bio Bio a Mil. El clásico del teatro chileno de comienzos del siglo XX retrata la picardía criolla a través de un juego de enredos en que se define la suerte afectiva de los personajes.

Su autor la escribió cuando tenía 24 años para sortear dificultades económicas. Tardó dos semanas y –de acuerdo a crónicas biográficas– respondió a la sugerencia de la mujer de un empresario teatral que requería una pieza que incluyera un personaje de su edad.

La obra fue estrenada en 1919 a cargo de la compañía Mario Padín, en una temporada en que también debutaron Buenos muchachos de Domingo Silva, Los siúticos de Armando Moock y El voto femenino de Elvira Santa Cruz.Entre gallos y medianoche se posicionó como un título exitoso y llegó a estar en dos ocasiones en la cartelera, mientras Cariola observaba que era su creación más vista, con la que llegó a fortalecer sus ingresos económicos.

Entre gallos y medianoche es considerada un indispensable en el repertorio de las compañías independientes, profesionales y amateurs, la creación de Carlos Cariola se ubica entre las más vistas en la historia local, luego de La pérgola de las flores y La Negra Ester.