La ministra de Asuntos Penitenciarios de Venezuela, Iris Varela, informó este domingo que 58 personas fallecieron durante el motín que ocurrió el viernes en la prisión de Uribana, ubicada en el estado Lara (noroeste).

“Tenemos un lamentable saldo de personas que perdieron la vida, tanto aquí en el recinto como después por heridas que aquí sufrieron, de 57 personas. A este parte doloroso hay que sumarle el cuerpo sin vida de la persona que encontramos calcinada” al revisar el penal, dijo Varela durante una rueda de prensa desde la cárcel, en la que dio el primer parte oficial de víctimas tras el motín.

“En hospitales aún quedan 46 (personas), que están con su debido tratamiento médico”, añadió la ministra, señalando que ya 49 personas fueron dadas de alta.

Entre los fallecidos hay un efectivo de la militarizada Guardia Nacional Bolivariana y un pastor evangélico, según precisó Varela, que también informó que otros “seis militares” y un religioso más resultaron heridos en la reyerta.

En la mañana de este domingo, la ministra anunció el fin del desalojo del recinto carcelario, que se dio “tranquilamente” y sin que los reos opusieran resistencia.

Ahora se hará “una requisa profunda” en el centro antes de repararlo para volver a traer a los presos, según detalló Varela.

El viernes, una inspección en busca de armas en Uribana provocó un motín de un grupo de presos armados, que arremetieron contra las autoridades.

El gobierno ya ordenó investigar el motín, que sería uno de los episodios más violentos de las últimas décadas en los penales del país.

Las cárceles venezolanas sufren problemas de insalubridad, hacinamiento y violencia, y en muchos casos son controladas por bandas de reclusos fuertemente armados, que constantemente generan enfrentamientos internos.