La Orquesta Sinfónica de Chile y el Coro Sinfónico de la Universidad de Chile ofrecieron una gala lírica en que evidenciaron un excelente nivel técnico e interpretativo, bajo la acertada conducción del maestro suizo Nicolás Rauss, junto al titular del elenco coral, Juan Pablo Villarroel.

La Sinfónica de Chile que ahora parte a las Semanas Musicales de Frutillar, tuvo la responsabilidad de ejecutar emblematicas piezas de ópera, en las cuales Rauss mostró una conducción de mano maestra y gran sobriedad. Particularmente se lució en obras como las oberturas de La Fuerza del Destino de Verdi y El Barbero de Sevilla de Rossini, el Intermezzo de Cavallería Rusticana de Mascagni y el Carnaval Romano de Benvenutto Cellini de Berlioz.

El Coro Sinfónico, a su vez, se vio excelente en temas como el Coro de los Cazadores del Cazador Furtivo de Carl María von Weber y de la Boca Chiusa de Madame Butterfly de Puccini,.

Sin embargo fue la unión de ambos conjuntos. la que se mostró brillante y ofreció lo mejor de la noche, sacando nutridos aplausos. Sobresalientes fueron las interpretaciones de la la Marcha Triunfal y Coro final del Acto II de Aida de Verdi, el Va pensiero de la ópera Nabucco del mismo compositor y las Danzas Polovetsianas del Príncipe Igor de Borodin.

Sobre las mil personas repletaron el Teatro de Universidad de Chile y gozaron con estaxcelente velada de cultura lírica y de comprobar el buen pie en que están ambos conjuntos, que además gozaron de la conducción de un director de primera línea, como es el maestro suizo Nicolás Rauss.