El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, denunció este miércoles “la obsesión” de la oposición siria por derrocar el régimen del presidente Bashar Al Asad y aseguró que impide una solución política al conflicto.

“Todo tropieza con la obsesión de los opositores con la idea de derrocar el régimen de Asad”, declaró Lavrov en una conferencia de prensa.

“Mientras esta posición irreconciliable prosiga, no pasará nada bueno. Los combates continuarán, la gente seguirá muriendo”, añadió.

El jefe de la diplomacia rusa considera que los países occidentales no hacen lo suficiente para convencer a los opositores de que dialoguen con el poder.

“Algunos países occidentales y de Oriente Medio se felicitaron de la creación de la coalición (de oposición). A la pregunta de por qué nuestros socios fomentan un enfoque que consiste en renunciar al diálogo, nos explicaron que lo esencial era reunir a la oposición antes de convencerla de que tenga una posición más constructiva”, explicó Lavrov.

Pero luego “no ha habido intentos de sentar a las partes en conflicto en la mesa de negociaciones. Sólo nosotros y nuestros socios chinos, el emisario de la ONU Kofi Annan y su sucesor Lakhdar Brahimi intentaron hacerlo”, añadió Lavrov.

Rusia es uno de los últimos apoyos del régimen sirio, al que vende armas.

“Nuestra prioridad no es conseguir un objetivo geopolítico como el derrocamiento del régimen Asad, sino la estabilización de la situación y el cese rápido del derramamiento de sangre para salvar la vida de sirios”, recalcó el jefe de la diplomacia rusa.