Estados Unidos advirtió de una “gran amenaza” de terrorismo o secuestros en Argelia y autorizó a los familiares de funcionarios de la embajada estadounidense a abandonar el lugar, tras la mortal crisis de rehenes en una planta de gas.

“El 19 de enero de 2013, el Departamento de Estado autorizó la partida de Argel de miembros de la familias (de los funcionarios de la embajada) tras el ataque en la instalación de In Amenas BP Oil”, dijo la oficina en una declaración.

El organismo se reficuidadosamenterió a “amenazas creíbles del secuestro de ciudadanos occidentales” y dijo que, mientras que la sección consular permanecería abierta, la embajada en Argel tiene capacidad “limitada” para responder a emergencias.

“El Departamento de Estado insta a los ciudadanos estadounidenses que viajan a Argelia a evaluar cuidadosamente los riesgos para su seguridad personal. Hay una gran amenaza de terrorismo y secuestros en Argelia”, agregó.

Cerca de dos docenas de rehenes fueron asesinados luego de que militantes tomaran una planta de gas en Argelia y demandaran un alto en la intervención militar de Francia en Malí, donde el gobierno lucha contra la insurgencia islamista.

El Ejército argelino respondió rápidamente, matando a 32 secuestradores en un enfrentamiento de 72 horas con el grupo llamado “Signatarios por la Sangre”, liberando a 685 trabajadores argelinos y 107 extranjeros, según el Ministerio del Interior.

Estados Unidos y otras naciones de Occidente han experimentado creciente preocupación en los últimos años por el aumento de la militancia islamista en la vasta y empobrecida región del Sahel, en el norte de África.