Las bajas ventas afectaron este fin de semana a los locatarios del puerto de Lirquén, luego de que se anunciara una posible marea roja en el lugar. Los vendedores del lugar esperan que las autoridades pidan disculpas públicas por el daño causado.

Temor causó en la comunidad, el anuncio de las autoridades de una posible marea roja en el puerto de Lirquén. A raíz de esto, el día sábado los locatarios se tomaron el cruce Tomé-Lirquén en protesta tras la disminución de veraneantes por este anuncio.

El día domingo el panorama no fue diferente. Locales vacíos y una baja considerable en las ventas afectó a los micro empresarios culinarios. Están indignados, dicen que no han recibido respuestas de ninguna autoridad y esperan que alguien realice una disculpa pública y que confirmen que el puerto tiene productos frescos que no están contaminados.

Griselda Soto vende empanadas de marsicos y contó que bajaron las ventas, pero de a poco se han ido recuperando.

Para los restaurantes fue un domingo atípico. Los locales con menos del 25% de su capacidad, cuando en condiciones normales, no dan a basto. Karen Villarroel, dueña del restaurant Mar Azul, ubicado en el barrio chino, contó la baja que han tenido en sus ventas.

Pero a pesar de esto, existen turistas temerarios que de todas formas van a comer al puerto, con una completa confianza de que en ese lugar no existe dicha marea roja, apelando a que te todas las veces que han ido al lugar nunca han tenido problemas.

Este lunes la autoridad correspondiente deberá entregar el informe final que clarifique si existió o no marea roja en la zona.