El senador Hernán Larraín (UDI) aseguró que la reforma constitucional al binominal “tiene un sesgo centralista muy inconveniente”, al referirse al proyecto que modifica dicho sistema electoral para pasar a uno proporcional, y que se aprobó en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia del Senado, y será revisado por la sala de la cámara alta la próxima semana.

“Lo que platea esta reforma a mi juicio es muy complejo, porque impide que hayan sistemas mayoritarios que son los que le dan estabilidad a los países y permiten su gobernabilidad, y porque llegan a una mayor representatividad centralista”, manifestó el parlamentario.

Explicó que las Regiones V, Metropolitana y VIII, representan el 62,17% del electorado, con 12 senadores, mientras que el resto cuentan con 26. Por ello, según advirtió, al aplicarse el criterio de proporcionalidad esto significa que dichas regiones deberían pasar de 12 representantes de la cámara alta a 24, y que las otras 12 pasarían de 26 a 14.

“Modificar el criterio de proporcionalidad tal cual está, no sólo significa cambiar el sistema binominal mayoritario por uno proporcional, sino que además implica un Senado centralista, en donde Santiago tendrá el 40% de los senadores que se elijan. Si se quiere cambiar el sistema binominal por uno proporcional hay que tomar la decisión derechamente no por subterfugios. Yo emplazo a quienes quieren hacer ese cambio que así lo expongan, pero que no lo hagan con reformas constitucionales que pueden tener un efecto negativo”, declaró.