Después de la muerte por inmersión de un adolescente de 14 años en una piscina de un condominio en el balneario de Algarrobo, en la región de Valparaíso, los expertos efectuaron un llamado a la prevención y a saber actuar con las primeras medidas de auxilio.

La académica de la Facultad de Enfermería de la Universidad Andrés Bello, Isadora Bezares, dijo que “lo primero es sacar al niño o adolescente de la piscina sin que esto provoque algún riesgo para el que se encuentre ayudando; se debe retirar a los demás niños que se encuentren en el lugar, con el fin de evitar más accidentes”.

También pedir a una persona que llame inmediatamente por ayuda (al SAMU 131 o ambulancia disponible o carabineros 133). La persona que llame debe conocer la dirección exacta del lugar del accidente, el motivo por el que se está llamando y el estado actual del niño en ese momento, expresó la profesional.

Paralelamente al llamado por ayuda, se deben iniciar las maniobras de resucitación básica.

“Coloque al niño o adolescente en una superficie dura y compruebe si se encuentra con pérdida de conciencia; evaluar si tiene pulso durante 10 segundos (palpar zona lateral del cuello); y evaluar si respira en forma espontánea”, detalló.

Si no existe pulso, la enfermera recomienda hacer lo siguiente: realizar compresiones torácicas en todos los niños por lo menos 1/3 del diámetro torácico antero-posterior (es decir, aproximadamente 4 cm. en lactantes y unos 5 cm. en niños).

Se enfatizó en que una vez terminada cada compresión, se debe descomprimir el tórax completamente. Para todas las personas (niños y adultos) la frecuencia de compresión debería ser de al menos 100/min.

Esa técnica para menores de 2 años consiste en compresión con dos dedos para reanimadores individuales, y cuando haya 2 o más reanimadores puede emplearse la técnica con dos pulgares rodeando el tórax.

Para niños hasta 8 años aproximadamente puede utilizarse la técnica de una mano y sobre esta edad con dos manos.

“Se deben realizar compresiones en la línea media del tórax por 30 veces en forma rápida, seguido a ello se deben dar 2 ventilaciones boca a boca tapando la nariz y cubriendo la boca del niño o adolescente, si el niño es menor de un año cubrir boca y nariz al mismo tiempo. La ventilación debe durar dos segundos y se debe realizar por dos veces”, puntualizó.

Este procedimiento se debe realizar hasta que la persona recupere la conciencia o el pulso y ventilación, o hasta que llegue ayuda de sistemas de salud y sea capaz de relevar al socorrista.

Existen diferencias entre un accidente de un niño y un adolescente.

“Por lo general, los niños pequeños caen en forma accidental a las piscinas que no poseen la seguridad correspondiente (rejas o mallas protectoras) o por mera distracción del cuidador. Por el contrario la mayoría de los ahogos que sufren los adolescentes ocurren por golpes provocados cuando se lanzan ‘piqueros’ en piscinas de baja profundidad, acciones o juegos temerarios entre amigos o bien por alguna falla del sistema de seguridad en las piscinas”, concluyó la profesional.