El ex presidente de Bolivia, Jaime Paz Zamora (1989-93), se dijo este miércoles víctima de la injerencia de la DEA en asuntos internos nacionales, aunque reconoció que con el presidente estadounidense Barack Obama “no tiene ningún tipo de intromisión”.

El ex gobernante socialdemócrata, declaró a la radio católica Erbol que en el pasado “la DEA ha abusado en nuestro país y se metía en cosas que al final eran de carácter político”.

Paz Zamora, sostuvo que la DEA armó con el gobierno de entonces (presidido por el liberal Gonzalo Sánchez de Lozada) una conspiración contra él y su partido, el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), ligándolos con el narcotráfico.

“Yo fui víctima de ello con lo que se vino a llamar los narcovínculos”, señaló.

La DEA fue expulsada de Bolivia en 2008 por el presidente Evo Morales bajo el cargo de intromisión en asuntos internos.

“En algo tiene razón este gobierno (al expulsar a los agentes de la DEA), porque yo lo sufrí en carne propia”, aseveró.

Según Paz Zamora, sus problemas con la DEA surgieron porque durante su gestión “saqué una disposición clara en la cual los funcionarios de la DEA en territorio nacional no tenían inmunidad diplomática, porque hasta ese momento eran los funcionarios armados en territorio nacional que tenían la protección diplomática”.

Luego de eso “trataron de hundir políticamente a Jaime Paz y al MIR, porque ellos no querían que nos reeligiéramos en el gobierno el año 97 y lo lograron”.

Hasta su expulsión del país, “efectivamente la DEA era un mecanismo de intervención. A propósito o con el pretexto del narcotráfico, intervenía en política”, remarcó.

Sin embargo, “es el primer gobierno norteamericano, el de Obama, que verdaderamente no tiene ningún tipo de intromisión ni intervención en Bolivia”, sostuvo.

El de Obama, “es un gobierno respetuoso con la soberanía nacional y no solamente nuestra, sino con la de los vecinos también”, puntualizó.

Además de la DEA, Morales expulsó en 2008 al embajador norteamericano, bajo la acusación de conspiración e injerencia en asuntos internos.

La Paz y Washington, estudian desde entonces un nuevo marco para la normalización de sus relaciones diplomáticas.