El ex juez español Baltasar Garzón, manifestó este miércoles su preocupación por la lentitud del proceso judicial por la muerte del ex presidente Eduardo Frei Montalva, ocurrida el 22 de enero de 1982 en la clínica Santa María, donde se encontraba internado tras ser sometido a dos cirugías.

“Me preocupa que no se active ese proceso, que esté sufriendo una dilación en los últimos tiempos y ya va casi por tres años”, afirmó el abogado tras visitar junto al senador Eduardo Frei Ruiz-Tagle, la casa museo Eduardo Frei Montalva.

Al cumplirse un nuevo aniversario del natalicio del ex mandatario democratacristiano, el ex magistrado español que visita Chile para participar en el Encuentro del Futuro que organiza el Senado, aseguró que “debe ser el único de ese grupo de hechos criminales que obedecían a unas características similares de comisión que está todavía por esclarecer”.

Garzón manifestó que “la Corte Suprema chilena fue contundente en el sentido de que debía de investigarse antes de aplicar cualquier otra medida. Son hechos que por su gravedad, desde mi punto de vista, participan de lo que fue un plan criminal diseñado en este país en la dictadura”.

El ex juez, quien se hizo conocido mundialmente por promover una orden de arresto contra el ex gobernante de facto chileno Augusto Pinochet por la muerte y tortura de ciudadanos españoles durante su mandato, y por crímenes contra la Humanidad, sostuvo que casos como el de Frei Montalva no pueden prescribir.

Garzón explicó que “como bien decía el ex Presidente Frei, su padre es el único Presidente de Chile que ha sido asesinado. Es una obligación legal no sólo moral de toda la sociedad chilena que ese crimen se esclarezca cuando antes y los autores materiales e intelectuales respondan con todas las garantías ante la justicia chilena”.

Juicio a Pinochet

En otro orden, el ex mandatario se refirió a la detención del entonces dictador chileno Augusto Pinochet, señalando que “en cuanto al momento en que se produjo la detención del senador Pinochet mantuve una posición interpretando los tratados internacionales en el área de la jurisdicción universal, al calificar aquellos hechos como crímenes de genocidio, de tortura y por tanto de lesa humanidad”.

El abogado además agregó “se comenzó en esa década a perfilar lo que hoy es claro y evidente para una gran parte de países y se confrontaron dos principios: El principio de soberanía y territorialidad que defendía Chile y el principio de jurisdicción universal que era el que defendía la justicia española y posteriormente fue admitido en parte por el juez británico y se produjo una decisión dentro del marco del convenio de extradición política, porque esa era la ley”.

El ex juez español manifestó además que “si ese enjuiciamiento se produce en el país donde se han cometido esos crímenes, es tanto mejor, porque ahí es donde están las víctimas, es donde están las pruebas y es donde se puede hacer mejor justicia”.

Sin embargo, Garzón expresó que “cuando eso no funciona el sentido de la jurisdicción universal es que no haya impunidad”.

Por su parte el ex Presidente Eduardo Frei-Ruiz Tagle sostuvo que en el caso Pinochet “yo defendí lo que eran los principios del Gobierno de Chile y de los compromisos que Chile había asumido. Chile fue uno de los primeros países que firmó el Tratado Penal Internacional”.

Además Frei Ruiz-Tagle aseguró que “en esa época nadie lo firmaba, nadie lo aceptada. Hoy día, 15 años después, en todo el mundo se acepta que los crímenes de lesa humanidad no prescriben”.

“Hoy día todo el mundo acepta la jurisprudencia internacional y por lo tanto Chile en eso fue pionero y la tesis que defendimos en nuestro gobierno son las que se aplican en todo el mundo, por lo tanto nosotros respondimos desde el punto de vista personal como Presidente de la República a lo que eran los intereses del país y lo que era un a tesis que creemos hoy día es la que se ha impuesto a nivel internacional”.

Por eso estamos muy contentos de que eso sea así y que eso permita que se aclaren todos los casos de derechos humanos que hoy día están pendientes en Chile.

Yo mantengo todos mis dichos, yo no me arrepiento de las cosas que hice y creo que correspondía a las decisiones que había que tomar en ese momento.

Es muy fácil 20 años después decir hay que hacer esto o lo otro lo importante era hacerlo en ese momento y creo correspondía a lo que eran los acuerdos internacionales de Chile que la mayoría y hoy día hay muchos países que no aceptan el Tratado Penal Internacional.

En cuando al regreso de Pinochet al país, el senador DC manifestó que “Chile no puede renunciar a que la justicia se haga en sus tribunales, salvo que los países voluntariamente acepten la justicia internacional y eso es lo que ha pasado hoy día en el mundo”.