El rey de la moda italiana Giorgio Armani y el dúo canadiense de la marca DSquared2 cerraron el martes los desfiles en Milán del prêt-a-porter masculino otoño-invierno 2014, con lo último para el hombre moderno.

Armani, que bautizó su desfile “Proyecto Hombre”, propone a sus clientes un “hombre fuerte”, con un estilo esencial y refinado, que respeta las formas masculinas, usa chaquetas y abrigos con volúmenes amplios y pantalones muy apretados.

El estilo es más bien militar, el traje y el abrigo pueden ser de color caqui, entallados y naturalmente de corte impecable. El traje de oficina es gris pero con rayas blancas.

Para las ocasiones menos formales, propone también un traje gris, el color preferido del maestro de la elegancia, pero con pantalones de terciopelo ajustados y detalles como pañuelos o corbatas en rojo tinto y verde o chaquetones que rompen con el clasicismo.

Como alusión coqueta a la moda inglesa, el modisto propone una serie de chaquetas de colegiala, perfectas para el fin de semana.

Para las ocasiones mundanas, lanza el traje smoking pero sin mangas, una suerte de chaleco original con el tradicional cuello negro brillante: distinción y calidez al mismo tiempo.

A nivel de materiales el diseñador apuesta por el neopreno combinado con terciopelo, cuero, cachemira y lana mohair, los cuales se mezclan con naturaleza y juegan con líneas geométricas y grandes jerseys.

Para Armani la era del hombre musculoso, que pasa horas en el gimnasio para fortificar pecho y abdominales se concluyó y regresa el muchacho bello, flaco pero no tanto, que puede lucir el pantalón de terciopelo rojo muy ajustado sin temer.

Los tonos grises combinados con todas las tonalidades de marrón, desde el cacao y chocolate al rojizo y el rubí reinaron en la pasarela de Armani junto con el negro.

El negro también dominó en la colección de DSquared2, para la cual los gemelos Dean y Dan Caten, propietarios de la firma, prepararon un verdadero show digno de Broadway.

La música jazz, el saxofón de Charlie Parker, la trompeta de Dizzy Gillespie, los años 40′, la Segunda Guerra Mundial y las canciones de cabaret de Charles Trenet inspiraron la nueva colección.

Todos los modelos eran negros y desfilaron con sombreros de colores vivos: rojo, verde y rosado.

Una orquesta en smoking blanco acompañó los desfiles al ritmo de la música sincopada negro-americana.

Los pantalones cortos, una tendencia de la temporada, se detienen en el tobillo, algunos son oscuros, otros de tela vaquera, una especialidad de la casa y se llevan con batas de seda tres cuartos, color verde botella, azul o caqui y también con chaleco entallado a cuadros.

El desfile se termina con una gran sorpresa: los modelos atraviesan la pasarela en malla y camiseta blanca, para de repente quitárselos y arrojarlos al público antes de desaparecer detrás de los bastidores generando diversión en la sala.

La semana de la moda masculina de Milán se cerró tras presentar las colecciones de unas cincuenta firmas con propuestas nuevas que incluyen muchos jerseys amplios y gruesos así como el blazer, en materiales ultra modernos, para proteger del frío exterior e interior al hombre del futuro.

http://youtu.be/tTFoc9z9p68